miércoles, 19 de mayo de 2010

Carpe diem!

Hace poco fuí a un congreso de desarrollo sostenible, en particular, sobre las energías renovables. Tenía muchas ganas de escribir algo y dedicarle una entrada de mi blog a esta experiencia, pero no sabía qué escribir, salvo lo evidente: ¡qué pedazo de congreso! ha sido increíble :D. Aunque no van a leer esto, enhorabuena a todos los organizadores desde aquí...

Lo más probable (aunque espero que no) es que la sensación que me ha transmitido se disipe en poco tiempo, pero la verdad es que ahora mismo la tengo en todo su esplendor, y ha sido lo que me ha dado la idea para tener una tema más o menos concreto para decidirme a escribir.


La sensación que tengo es que hay que aprender a vivir la vida, a disfrutarla todo lo que puedas, a disfrutar de todas las cosas que te hacen feliz, te animan o simplemente te hacen sonreir, sin miedo. Aunque parezca mentira, yo creo que muchas veces se nos olvida, sobre todo a los que somos poco guerrilleros. La cuestión es fácil: "¡no te pierdas ni una!". No significa que cambies todo y no tengas responsabilidades sobre nada, no. Simplemente, intenta aprovechar todas las oportunidades que puedas, porque si no, siempre te arrepentirás, más temprano que tarde, y ya no podrás recuperarlas. Ya pasó el autobús, como dicen por ahí.


Además, creo que esta sensación la he potenciado, por algo relacionado, ahora sí, con el congreso. Se llevan todo el tiempo diciendo la realidad, que nos estamos cargando el mundo, y que nos queda poco tiempo aquí si seguimos así. Es como: pues entonces, no te duermas!. Evidentemente sé que a mí no me pillarán grandes catastrofes, pero de todos modos, ¿a vosotros no os dan ganas de cambiar el mundo y de disfrutar de la vida todo lo que puedas? Con lo primero, se hará lo que se pueda, y con lo segundo... espero que también :P.



Me encanta esta foto, porque puede dar varias caras de la naturaleza. Cuando la ví, primero pensé que las gotas parecían como macizas, duras, como si fueran de cristal. Luego, te das cuenta de que están a punto de caer y romperse, tan frágiles que una leve agitación las podría destruir. ¿Cuántas veces hemos visto estas gotas y en vez de dejarlas como están, hemos pasado el dedo y las hemos quitado?, es destruir belleza sin necesidad ni razón.