miércoles, 21 de abril de 2010

Empatía



Mil cosas, mil cuestiones a las que atender. No todas son tuyas, la mayoría de ellas de hecho no lo son, pero tienes que atenderlas, apuntarlas en la agenda, y estar pendiente a ellas. "Hazme esto, búscame lo otro, a ver si tienes tiempo de..." Pues no, no tengo "tiempo", es lo que menos tengo. Desde pequeña mi madre siempre me lo repetía, "es que no tengo tiempo, tengo todo en la cabeza pero no puedo ya con más cosas". Nunca se lo he negado, que ella pudiera decir eso, y de hecho, yo no he llegado nunca al punto donde siempre ha estado ella, lo reconozco, pero parece que cuando las cosas se aceleran, la entiendo.

Aburrirse, ella siempre ha dicho que ella no sabe qué es aburrirse. Yo sí lo sé, aburrirse es no tener nada que hacer, no querer hacer nada y no saber ya qué hacer para que pase el tiempo. Echo de menos aburrirme, poder aburrirme. Y diréis: "pues ahora estás escribiendo esto, no estarás tú muy estresada..." Necesitaba parar, reflexionar un poco, quitarle importancia a las cosas y a los compromisos, se harán las cosas que se puedan, y las que no se puedan, se harán más bien o más mal, pero no puedo estar repasando mentalmente todo el tiempo qué cosas tengo que hacer para mañana, pasado, el día siguiente...

Hoy quiero ir al cine, ¿quién se apunta?