jueves, 4 de marzo de 2010

Invisible

¿Cuando te das cuenta de lo invisible que puedes llegar a ser? Yo creo que es precisamente cuando parece que empiezas a dejar de serlo.
Evidentemente no era invisible del todo, hay mucha gente que me veía, y sabía que existía. A lo que yo me refiero es que a pesar del despiste, siempre hay gente que está en tu ámbito cotidiano, que ves casi todos los días, o que es conocido de alguien, y tú sí que le conoces. Puede que no sepas ni su nombre, pero le reconoces. Lo que al parecer no implica que ellos te reconozcan a tí, que sepan que existes, después de incluso unos años.

¿Tanto se cambia con tan poco? Tal vez son los instintos animales que todavían nos quedan, de cuando no éramos más que animales que nacían, se reproducían y morían, y cuyo único objetivo en su vida era tener la mayor descendencia posible. Esos instintos que no se han enmascarado realmente con la socialización.

No es la primera vez que ocurre, y por eso me ha hecho pensar. ¿Cómo se puede pasar de ser invisible a no serlo con tan poco? Bueno, o al menos no tan invisible. La cuestión es que supongo que esto me debería de alegrar, el dejar de ser tan invisible, pero la verdad es que no es así.


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